Memorias de un desconcierto
viernes, 7 de febrero de 2014
Un eterno amanecer
'Huyo de la noche pues temo encontrarte y no verte'. Eso le dijo paloma a búho. Su amor era imposible, ellos lo sabían y trataban de encontrarse en el ocaso de la tarde, en el cielo rojizo del amanecer. Unos instantes donde todo se juntaba y su felicidad les daba esa dicha de aguantar otro día u otra noche, pensando que tal vez si no fueran diferentes lo tendrían más fácil. Un día paloma no apareció con las umbrías luces del atardecer. Búho ululo pero no recibió respuesta. La noche fue muy larga y al despuntar el sol voló alto, mirando por todos los rincones, buscando donde se podía hallar paloma. La encontró posada en un árbol. Búho voló a su lado, se posó junto a ella y la abrazó. No preguntó por su ausencia, sólo le dijo. 'Jamás odié tanto la noche, jamás deseé tanto el amanecer'. Paloma se arrulló a su lado, juntaron sus cuerpos, se amaron. 'Vivamos en el amanecer', dijo paloma. Juntos volaron, huyendo de un sol que les separaba. Allí viven ellos, siempre buscando un eterno amanecer .
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Simplemente sin palabras para describir todos los recuerdos que me han venido a mi cabeza en el breve tiempo que dura la lectura... impresionante
ResponderEliminarPues si tu historia es similar a la aquí contada, ¡¡ muchas felicidades!!. Aún siendo una historia dura creo que no deja de ser muy bonita por el afán de conseguir aquello que parece imposible.
EliminarUna historia preciosa,¡ me ha encantado!
ResponderEliminarMuchas gracias Gala.
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